viernes, 25 de marzo de 2011

Milano

Empieza a parecer que este blog está dedicado a Italia pero no es así. Coincidencias de la vida que hacen que lo visite más a menudo que otros lugares.

El fin de semana pasado he estado en la capital de la moda, Milán. No es, ni mucho menos, la ciudad más bonita de este país pero tiene sus rincones. Lo que más me ha gustado del viaje ha sido saber lo que hacen las personas sin querer, cómo se consigue estar a gusto en un sitio del que, a priori, crees que no podías obtener nada más. 

La compañía que tienes en un determinado momento o, simplemente, la ausencia de ella, son claves en muchos momentos de la vida por no decir en todos.Siento pena por aquellos que creen que las cosas, los objetos -ese lado material de la vida del que siempre se habla- lo son todo; porque al final, si es lo único que tienes no tendrás recuerdos porque éstos siempre están asociados a amigos, familiares, anécdotas, gente.etc. y no a simples compras.

Cuando pasen los días, meses, años y vea esta foto no recordaré que subí a los tejados del Duomo, pensaré en con quién fue y cómo fue.

jueves, 10 de marzo de 2011

Genova

Hace un año, a estas mismas horas, mi amigo Pablo y yo estábamos en la línea 8 de Metro de Madrid.
Paradójicamente, dormiríamos en el aeropuerto de Barajas a pesar de que vivimos en la ciudad ya que nuestro vuelo destino Milán salía muy temprano.


Sin dormir prácticamente nada, nos presentamos allí; al pasar una gran nube blanca aparecimos casi tocando tierra, y nevaba, nevaba muchísimo. Fue precioso ver así esta gran ciudad aunque nada bueno para mis músculos. Una vueltecita por el centro y pusimos rumbo a Genova.


Después llegó Savonarola, el Milk, Moretti, las pizzas de Piedigrotta, la gente, Zeltia, trenes centenarios, Nervi, Portofino, Mónaco, Ventimiglia... Es irresumible. Fue una de las mejores semanas en mucho tiempo.
A la gente le parece exagerado cuando hablamos de ello, pero hay veces que pasarlo bien no significa sólo eso. 
Hay veces que la vida sufre transiciones y, para mí, una de esas veces fue esta. No sólo volví de aquel viaje pensando que me lo había pasado genial sino pensando también en lo que había recuperado.


Por eso Genova nos hizo falta. 


Pablo y yo con la ciudad a nuestros pies, foto tomada por Zeltia V.