51
La estupidez del ser humando traducida en escuchar canciones tristes en momentos supuestamente alegres.
El sabor agridulce de las melodías que acompañan las horas muertas y aniquiladas en un intermitente desasosiego.
Y nos vamos pasando la pelota los unos a los otros hasta que, algún día, caiga sobre el mismo tejado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario